HISTORIA
AHace unos días, una amiga mía de diez años, me mandaba un correo pidiéndome fotos del ciclo vital de las mariquitas para ilustrar un trabajo que tiene que realizar durante este verano. Me sentí halagado y contento de poder ayudarla. Durante esta primavera hemos podido llevar a cabo curiosas observaciones acerca del ciclo vital de la Coccinella septempunctata o mariquita de siete puntos (C. 7-punctata, en abreviatura).
Al igual que otros insectos, la metamorfosis de este coleóptero es completa u holometábola: larva, pupa e imago (adulto).
Con la llegada del buen tiempo, sobre principios de mayo y coincidiendo con la abundante presencia de pulgones (áfidos), las mariquitas se aparean en las mismas plantas en las que pondrán los huevos para asegurar el alimento de las larvas cuando éstas eclosionen
Los huevos, de color amarillo, son puestos en pequeños acúmulos.
Aproximadamente en una semana, unas pequeñas larvas de unos tres milímetros empiezan a emerger y a devorar cuantos áfidos se crucen en su camino.
Estos pequeños cocodrilos como les hemos denominado en alguna ocasión, mudarán por tres veces durante unas dos semanas antes de transformarse en pupas.
Tanto huevos como las pequeñas larvas, pueden ser objeto de depredación por las mariquitas adultas, tal y como hemos tenido ocasión de comprobar.
(Imago devorando la puesta de otra mariquita)
La fase siguiente, la de pupa, que durará aproximadamente una semana, es una fase de inactividad total que supone la transformación de la larva en el insecto adulto (imago).
Cuando el imago surge de la envoltura que le ha protegido durante esa fase de transformación (pupa), no suele tener todavía ni el color ni el punteado característico del adulto de esta especie.
Imago surgiendo de la pupa)
No obstante, en pocas, horas, el color amarillento se irá transformando en naranja a medida que se van endureciendo los élitros hasta resultar el ejemplar adulto que todos conocemos.
Al igual que otros insectos, la metamorfosis de este coleóptero es completa u holometábola: larva, pupa e imago (adulto).
Con la llegada del buen tiempo, sobre principios de mayo y coincidiendo con la abundante presencia de pulgones (áfidos), las mariquitas se aparean en las mismas plantas en las que pondrán los huevos para asegurar el alimento de las larvas cuando éstas eclosionen
Los huevos, de color amarillo, son puestos en pequeños acúmulos.
Aproximadamente en una semana, unas pequeñas larvas de unos tres milímetros empiezan a emerger y a devorar cuantos áfidos se crucen en su camino.
Estos pequeños cocodrilos como les hemos denominado en alguna ocasión, mudarán por tres veces durante unas dos semanas antes de transformarse en pupas.
Tanto huevos como las pequeñas larvas, pueden ser objeto de depredación por las mariquitas adultas, tal y como hemos tenido ocasión de comprobar.
(Imago devorando la puesta de otra mariquita)
La fase siguiente, la de pupa, que durará aproximadamente una semana, es una fase de inactividad total que supone la transformación de la larva en el insecto adulto (imago).
Cuando el imago surge de la envoltura que le ha protegido durante esa fase de transformación (pupa), no suele tener todavía ni el color ni el punteado característico del adulto de esta especie.
Imago surgiendo de la pupa)
No obstante, en pocas, horas, el color amarillento se irá transformando en naranja a medida que se van endureciendo los élitros hasta resultar el ejemplar adulto que todos conocemos.